quarta-feira, 24 de novembro de 2010

MENSAGEM AOS COLEGAS QUE PARTICIPAM NO COLÓQUIO SOBRE O CENTENÁRIO DA INDEPENDENCIA EM CUBA.


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Queridos amigos



Mi secretaria les envió un e-mail el domingo en la tarde para comunicarles que no pude viajar por razones de salud. Solo hoy en la noche tendré una consulta más amplia con mi médico para saber la gravedad de los síntomas que sentí. Espero que no sea nada grave. Solamente unas reacciones a un exceso de trabajo o el llamado “stresss”. Perdona que no haya me comunicado personalmente pero confié en el e-mail enviado por mi secretaria. No abrí mis comunicaciones hasta ahora que me siento mejor.



Solicito que se comuniquen con los demás compañeros para transmitirles mi pena de no participar en esta importante reunión. Estoy convencido que vivimos en América Latina en esta coyuntura una situación similar a los años de lucha por nuestra independencia. Las dificultades de Estados Unidos de mantener su hegemonía incontrastable y su obligación de buscar compartirla para sobrevivir como potencia mundial lo obliga a aceptar o por lo menos tolerar el avance de nuestros pueblos para un estadio superior caracterizado por mayor independencia, la integración regional, la concertación en búsqueda de una mejor posición en la economía y la política mundial. La principal base para esta nueva fase es el avance democrático de la región, obtenido a través de una lucha histórica contra las dictaduras militares y otros intentos de imposición autoritaria en toda la región. Para desesperación de la derecha, solamente Cuba, y ahora Venezuela, Bolivia y Ecuador (además de situaciones aún indefinidas como Nicaragua y El Salvador), alcanzaron una democracia pujante fundada en más de un siglo de lucha antiimperialista. Otras experiencias importantes como Brasil y Argentina caminan en una dirección parecida. Estas situaciones democráticas abren camino cada vez más al desarrollo de la conciencia de los amplios sectores populares en lucha por su liberación.



Sin embargo, estos avances no son definitivos y la derecha estadounidense prepara por su lado una ofensiva sobretodo militar en la región. La construcción de bases militares en todos los países que consiguen es una amenaza concreta que no podemos ignorar.

Para enfrentar estos desafíos la intelectualidad tiene un rol extremamente importante para asegurar el desarrollo de esta conciencia y para aguzar nuestra capacidad de análisis concretas de la realidad concreta para alcanzar la utilización plena del método dialéctico en un mundo cada vez más complejo. Necesitamos creatividad, romper con los esquematismos y una firme decisión de plantar nuestra reflexión desde el lado de las luchas de emancipación de nuestros pueblos.

Lamento no poder compartir con Ustedes estas reflexiones convocadas por la Casa de las Americas, centro de reflexión revolucionaria, abierto y creativo, lugar ideal para avanzar en ese momento que, espero, el pueblo cubano discuta en profundidad su adaptación a las nuevas realidades del mundo contemporáneo. Sin dejarse confundir por el terror intelectual ejercido por el pensamiento único manejado por las fuerzas sociales, económicas y políticas que controlan las conciencias desde unos instrumentos mediáticos e institucionales cercados de un prestigio adquirido por años de dominación ideológica,



Mis más sinceros deseos de que alcancen los mejores resultados en este conclave.



Abrazos



Theotonio Dos Santos

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