quinta-feira, 8 de dezembro de 2011

Declaração conjunta dos presidentes de 33 países da América Latina e Caribe na fundação da CELAC, Caracas em 03 de dezembro de 2011

Apesar da imprensa brasileira ter ocultado sistematicamente a mais importante reunião da qual o Brasil participou recentemente que estabelece um marco definitivo nas relações internacionais do nosso pais e na geopolítica global na medida em que os Estados Unidos são enxotados em todas as partes do mundo e têm na América Latina sua reserva estratégica que pretende submeter aos seus objetivos econômicos e políticos.

A União da América Latina e do Caribe, através de seus chefes de Estado e de governo, numa nova organização internacional extremamente importante é uma vitória das correntes defensoras da soberania e emancipação dos nossos povos que tiveram em Bolívar sua máxima expressão. Vejam em seguida a declaração de fundação da CELAC, votada pelos 33 presidentes dos paises da região, no histórico dia 3 de dezembro de 2011, na heróica cidade de Caracas.




Declaración de Caracas
“En el Bicentenario de la Lucha por la Independencia
Hacia el Camino de Nuestros Libertadores”.
(PROYECTO SEGUNDO BORRADOR)

1. Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de los países de América Latina y el Caribe, reunidos en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, los días 2 y 3 de diciembre, en el marco de la III Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), y en el año de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela. (Adoptado)

2. Reconociendo los importantes logros y consensos alcanzados en las reuniones de las Ministras y los Ministros de Relaciones Exteriores realizadas en Caracas, durante julio de 2010 y abril de 2011, así como las reuniones ministeriales especializadas de lo social, ambiental, energético, financiero y comercial, en el marco de la Presidencia venezolana de la CALC.

3. Saludando la creación del Foro Unificado CALC y Grupo de Río de composición abierta, Co-Presidido por Chile y Venezuela que impulsó la excelente tarea de redactar el documento de procedimientos de la CELAC, dando cumplimiento efectivo a la Declaración Ministerial de Caracas del 3 de julio de 2010.

4. Conscientes de los desafíos que la crisis económica y financiera internacional presentan al futuro de nuestra región y a nuestras legítimas aspiraciones de inclusión social, crecimiento con equidad, con desarrollo sustentable e integración. (Adoptado)

5. Convencidos de que la unidad e integración política, económica, social y cultural de América Latina y el Caribe constituye, además de una aspiración fundamental de los pueblos aquí representados, una necesidad para enfrentar con éxito los desafíos que se nos presentan como región. (Adoptado)

6. Conscientes de que la conmemoración del Bicentenario de los procesos de Independencia en América Latina y el Caribe, ofrece el marco propicio para la consolidación y puesta en marcha de nuestra Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). (Adoptado)

7. Decididos a promover y proyectar una voz concertada de América Latina y el Caribe en la discusión de los grandes temas y en el posicionamiento de la región ante acontecimientos relevantes reuniones y conferencias internacionales de alcance global, así como en la interlocución con otras regiones y países. (Adoptado)

8. Reconociendo que nuestros países han avanzado en procesos de Integración regional y subregional y en la conformación de diversos mecanismos a lo largo de las últimas décadas, reflejo de su vocación de unidad y su naturaleza diversa y plural, que constituyen un sólido cimiento a partir del cual edificamos la Comunidad que agrupa a todos los Estados latinoamericanos y caribeños.(Adoptado)

9. Reafirmando la declaración de la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe (Riviera Maya, México, 23 de febrero de 2010) y, en particular, la decisión de constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que comprende a los 33 Estados soberanos de nuestra región. (Adoptado)

10. Conscientes de la aspiración común de construir sociedades justas, democráticas y libres y, convencidos de que cada uno de nuestros pueblos escogerá las vías y medios que, basados en el pleno respeto de los valores democráticos de la región, del Estado de derecho, sus instituciones y procedimientos y de los derechos humanos, les permita perseguir dichos ideales. (Adoptado)

11. Ratificando nuestro apego a los Propósitos y Principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, y el respeto al Derecho Internacional. (Adoptado) 

12. Inspirados en la obra de los Libertadores, y asumiendo plenamente su legado como acervo fundacional de nuestra Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. (Adoptado)

13. Conscientes de que han transcurrido 185 años desde que se ensayara el gran proyecto de los Libertadores, para que la región se encuentre hoy en condiciones de abordar, por la experiencia y la madurez adquirida, el desafío de la unidad e integración de América Latina y el Caribe. (Adoptado)

14. Fieles al legado del Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826, acto fundacional de la doctrina de la unidad latinoamericana y caribeña, en el que nuestras jóvenes naciones soberanas plantearon la discusión de los destinos de la paz, el desarrollo y la transformación social del continente.

15. Valorando las luchas de resistencia de nuestros Pueblos originarios y afrodescendientes, reconociendo sus aportes morales, políticos, espirituales y culturales en la construcción de nuestras repúblicas y procesos democráticos.

16. Destacando el camino trazado por los Libertadores de América Latina y el Caribe hace más de doscientos años, un camino iniciado de manera efectiva con la independencia de Haití en 1805, dirigida por Toussaint Louverture, constituyéndose de esta manera en la primera República Afrodescendiente de América.

17. Exaltando la conmemoración del Bicentenario de Independencia, los países latinoamericanos y caribeños honramos la memoria de nuestras luchas independentistas y reafirmamos el pensamiento unionista que enarbolaron nuestros próceres Simón Bolívar, José de San Martín, Bernardo O’Higgins, José Gervasio Artigas, Fulgencio Yegros, Miguel Hidalgo y Costilla, Francisco Morazán, Juan Santamaría, Augusto Cesar Sandino, José Martí, Juan Santos Atahualpa, Farabundo Martí, William Alexander Bustamante, Maurice Bishop, Robert Llewellyn Bradshaw, Juan Pablo Duarte, entre otros.

Declaramos:

18. Que en el marco del bicentenario de la independencia, nos hemos reunido los 33 países de América Latina y el Caribe, luego de los esfuerzos concretados en la Cumbre de América Latina y El Caribe (CALC) realizada el 17 de diciembre de 2008 en Salvador de Bahía y la Cumbre de la Unidad realizada en Cancún el 23 de febrero de 2010, para crear el mecanismo regional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con el fin de consolidar la unión e integración política, económica, social y cultural de América Latina y El Caribe, así como para garantizar la paz en nuestra región.

19. Que conforme al mandato originario de nuestros libertadores, la CELAC avance en el proceso de integración política, económica, social y cultural haciendo un sabio equilibrio entre la unidad y la diversidad de nuestros pueblos, para que el mecanismo regional de integración sea el espacio idóneo para la expresión de nuestra rica diversidad cultural y a su vez sea el espacio adecuado para reafirmar la identidad de América Latina y El Caribe, su historia común y sus continuas luchas por la justicia y la libertad.

20. Que dada la compleja formación de la identidad latinoamericana y caribeña, la CELAC se convierta en un espacio que reivindique el derecho a la existencia, preservación y convivencia de todas las culturas y razas que habitan en los países de la región, así como el carácter pluricultural de nuestros pueblos, en especial de las comunidades originarias que promueven y recreen la memoria histórica, los saberes y los conocimientos ancestrales.

21. Que reconociendo el derecho que tiene cada nación de construir en paz y libremente su propio sistema político y económico, así como el cuerpo de instituciones correspondiente de acuerdo al mandato soberano de su pueblo, los procesos de diálogo, intercambio y negociación política que se activen desde la CELAC deben realizarse tomando en cuenta los sagrados principios del Derecho Internacional, en particular la autodeterminación, la soberanía y la no injerencia en los asuntos internos de cada país.

22. Que es necesario continuar unificando esfuerzos y capacidades para impulsar el desarrollo independiente y sostenido de la región, concentrando los esfuerzos en el creciente proceso de cooperación e integración política, económica, social y cultural que existe entre nuestros países para así contribuir en conjunto con la consolidación de un mundo pluripolar y democrático, justo y equilibrado, libre del dominio de fuerzas hegemónicas, despojado del flagelo del colonialismo, de la ocupación militar y de la guerra.

23. Que es necesario implementar políticas sociales en función de la reducción de las asimetrías y desequilibrios existentes entre nuestros países para consolidar naciones más igualitarias y solidarias que avancen en el desarrollo integral, la inclusión social y la lucha contra la pobreza a través de la ejecución de programas, proyectos e iniciativas dirigidos a los sectores más necesitados de la población.

24. La necesidad de avanzar sobre la base de nuestros principios en el fortalecimiento y consolidación de la cooperación latinoamericana y caribeña, especialmente la cooperación Sur-Sur, como eje integrador de nuestro espacio común y como instrumento de apoyo a la inclusión social y a las políticas sociales de la región.

25. Que la CELAC, único mecanismo de representación de los 33 países de América Latina y El Caribe, es la más alta expresión de nuestra unidad y de nuestra diversidad, donde en lo sucesivo se fortalecerán nuestros vínculos políticos, económicos, sociales y culturales sobre la base de una agenda común de bienestar, paz y seguridad para nuestros pueblos, a objeto de consolidarnos como un bloque político regional.

26. Que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) impulsará planes de acción para dar cumplimiento a los mandatos y compromisos plasmados en las Declaraciones de Salvador de Bahía y de Cancún, en el Plan de Acción de Montego Bay y en el Programa de Trabajo de Caracas para su implementación.

En lo social, confirmamos:

27. Que el desarrollo pleno de los ciudadanos y ciudadanas, así como la unidad e integración de América Latina y el Caribe, dependen de la articulación de políticas económicas y sociales de carácter regional sustentadas en el respeto y la práctica interdependiente de los derechos económicos, sociales, culturales y civiles, teniendo como base y principio el respeto a las dinámicas sociales de cada nación.

28. La necesidad de contar con planes, políticas y programas a nivel nacional y regional que promuevan la universalización del disfrute y la práctica de los derechos humanos con base en su interdependencia y progresividad.

29. El derecho que tienen nuestros pueblos al acceso a una alimentación apropiada, oportuna y rica en nutrientes, y el compromiso que tenemos con el diseño y ejecución de un Programa Latinoamericano y Caribeño para la erradicación del hambre, que debe ser articulado con una política regional de seguridad alimentaria y nutricional sobre la base de los procesos de unidad e integración latinoamericana y caribeña que están en desarrollo.

30. Nuestro compromiso con el apoyo y promoción de los pequeños agricultores y de los productores familiares, incluidas las cooperativas, las mujeres organizadas y las comunidades indígenas, a través de un conjunto de mecanismos que fortalezcan las redes de intercambio de capacidades, el acceso al crédito y a los insumos necesarios para incrementar la producción y la comercialización, de acuerdo al cumplimiento de los objetivos de innovación tecnológica y desarrollo integral y sustentable planteados en la región.

31. Que el acceso universal de la educación pertinente y de calidad es un derecho humano en todos los niveles y modalidades, en tanto constituye un pilar fundamental para el desarrollo integral, soberano, inclusivo y sustentable de los países de la región.

32. Que debe fortalecerse la identidad latinoamericana y caribeña a través de la producción y difusión de contenidos culturales y educativos que estimulen la promoción, respeto y valoración de nuestras expresiones socioculturales, el patrimonio cultural y lingüístico que poseemos.

33. Que la salud es un derecho humano fundamental, indispensable para el ejercicio de los demás derechos humanos, y que deben fortalecerse políticas y programas nacionales y regionales que garanticen el acceso universal a la salud, la protección y la seguridad social.

34. Que tenemos respeto pleno hacia los saberes tradicionales y populares de cada país y deberán crearse políticas de protección y promoción hacia las culturas que tengan un alto desarrollo en materia de medicina ancestral, donde se le practica y se le reconoce como tal, produciendo beneficios concretos para los pueblos.

En lo ambiental, confirmamos:

35. Que el cambio climático constituye uno de los principales problemas que afecta a la humanidad y a la naturaleza y que nuestra región se ve constantemente afectada por sus efectos a través del incremento, intensidad y duración de los fenómenos atmosféricos. Desde la CELAC será necesario actuar en todos los espacios internacionales para promover un cambio de paradigma en el desarrollo, que haga la vida sostenible en todo el planeta.

36. Que en las distintas negociaciones que se produzcan en el ámbito multilateral sobre cambio climático, será necesario fortalecer el rol y la participación de los países latinoamericanos y caribeños, puesto que nuestra región es una de las más vulnerables a los efectos negativos que está produciendo el cambio climático.

37. Que se mantiene vigente el Principio de las Responsabilidades Comunes pero diferenciadas y nuestra preocupación por las graves consecuencias que han originado las emisiones históricas de gases con efecto invernadero de los países industrializados, que han incrementado nuestra vulnerabilidad y afectado sensiblemente las oportunidades de desarrollo de nuestros países.

38. Que es necesario profundizar la cooperación para el establecimiento de planes y programas de gestión de riesgo en la región, diseñados para las condiciones y circunstancias de desarrollo de cada uno de nuestros países.

39. Que es necesario promover el diálogo e intensificar las acciones que permitan el desarrollo de mecanismos de intercambio de información sobre conservación, protección y uso sostenible de la diversidad biológica y de los recursos genéticos, promoviendo el fortalecimiento de las capacidades nacionales y regionales para hacer frente al acelerado ritmo de pérdida de diversidad biológica y cultural existente.

40. Que es necesario reconocer la soberanía de los países sobre sus recursos naturales y garantizar los derechos de las comunidades indígenas y locales sobre sus conocimientos y saberes propios.

41. Que el acceso universal al agua potable es un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida, de conformidad con los respectivos marcos normativos nacionales, y en consecuencia se deben promover políticas para que los países logren preservar el control sobre sus recursos naturales.

En lo energético, confirmamos

42. Que es necesario aprovechar el potencial de recursos naturales energéticos, renovables y no renovables que tiene América Latina y el Caribe para el desarrollo de nuevas fuentes de energía que tienen que ser explotadas soberana, sostenible y planificadamente con la finalidad de impulsar el crecimiento inclusivo y mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos.

43. Que la energía tiene una importancia estratégica para el desarrollo social y económico de nuestros pueblos, pero que es necesario corregir las asimetrías existentes por lo que es fundamental promover el desarrollo armónico a partir de la coordinación y articulación de políticas y estrategias conjuntas que permitan alcanzar una integración basada en los principios de solidaridad, flexibilidad, gradualidad, pluralidad, diversidad, participación voluntaria, complementariedad de acciones, reciprocidad, beneficio mutuo y el derecho de la nación al uso y administración de sus recursos.

44. Que es necesario reconocer los esquemas alternativos y solidarios de cooperación e integración energética que han impactado positivamente en la calidad de vida de nuestros países, destacándose los acuerdos de PETROCARIBE, la Declaración de Jefes de Estado y/o de Gobierno de Margarita, la Estructura del Tratado Energético Suramericano, el Plano de Acción para la Integración Energética Suramericana y los Lineamientos para la Integración de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el Acuerdo de San José, Acuerdo de Cooperación Energética de Caracas (ACEC), PETROSUR, Proyecto Mesoamérica, Programa de Integración Energética Mesoamericana y el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC) y la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).

45. Que es de la mayor importancia promover esquemas de participación conjunta entre las empresas de energía de América Latina y el Caribe, según corresponda a la realidad de cada país, mediante Empresas Mixtas, Binacionales, Grannacionales y otras formas de asociación que aprovechen las posibilidades de complementación energética.

46. Que es necesario el desarrollo, promoción y uso de fuentes complementarias y renovables de energía eólica, solar, geotérmica y mareomotriz, entre otras, teniendo como base el gran potencial de la región en estas energías que permiten, al mismo tiempo, diversificar la matriz energética de la región; impulsando la cooperación tecnológica, la construcción de capacidades y mecanismos para el desarrollo de infraestructuras entre los países de la región, tomando en cuenta el principio de desarrollo sustentable.

En lo económico, confirmamos:

47. Que es necesario avanzar en la estrategia para el fortalecimiento de una nueva arquitectura financiera regional y subregional, que logre reducir la vulnerabilidad externa e impulsar el desarrollo económico y social sustentado, entre otros, en los principios de justicia, solidaridad y transparencia.

48. Que debemos fortalecer los mecanismos financieros regionales y subregionales y reconocer los avances y estudiar la ampliación de los sistemas binacionales y regionales de compensación de pagos, créditos y financiamiento transitorio, teniendo en cuenta los efectos positivos de dichas iniciativas para el comercio y para las inversiones intrarregionales.

49. Que debemos trabajar conjuntamente en el rediseño de las instituciones financieras internacionales, basados en el necesario incremento del poder de voz y voto de los países en desarrollo de acuerdo a los postulados de los principios de equidad y solidaridad, así como la eliminación y/o flexibilización de las condicionalidades en el otorgamiento de préstamos fundamentados en las singularidades, en su carácter sostenible, respetando la soberanía, independencia y autodeterminación de cada país.

50. Que debemos promover en foros regionales e internacionales el tratamiento especial y diferenciado a los Estados Miembros de la CELAC que son países de menor desarrollo relativo, países menos avanzados, economías pequeñas vulnerables (EPV) y países insulares y sin litoral marítimo

51. Que debemos promover, de acuerdo con las leyes nacionales, el comercio justo y el desarrollo en los procesos de integración regional de modo que estimule la participación de las micro, pequeñas y medianas empresas, especialmente aquellas emprendidas por los sectores socialmente excluidos.

52. Que debemos repudiar todas las medidas unilaterales de presión económica, particularmente los bloqueos, embargos o sanciones, en tanto son herramientas ilegales de injerencia que violan la soberanía de las naciones.

Enalteciendo el proceso histórico vivido, decidimos: 

53. Aprobar la puesta en marcha de la CELAC como Gran Asamblea latinoamericana y caribeña, conformada en un espacio común que garantice la unidad e integración de nuestra región.

54. Reafirmar que el propósito común de integración, unidad y cooperación dentro de la CELAC se sustenta en los acervos heredados por los principios compartidos y consensos adoptados en la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre la Integración y Desarrollo (CALC) y el Mecanismos Permanente de Consulta y Concertación Política Grupo de Río, que luego de fructífera labor cesan formalmente en sus acciones y dan paso a la CELAC.

55. Incorporar el Plan de Acción de Caracas como parte integral de esta Declaración, con el objetivo de llevar a la realidad nuestro compromiso político de defensa de la unidad y la integración, la cooperación, la complementariedad, la solidaridad y la soberanía.

56. Constituir las instancias institucionales de alto nivel en las áreas social, ambiental, energética y económica, encomendando a los Ministros de Relaciones Exteriores para que durante los tres primeros meses de 2012 se cumpla una efectiva implementación del Plan de Acción de Caracas. Asimismo, encomendar a los Ministros de Relaciones Exteriores a que formulen propuestas para destinar los
recursos materiales y financieros necesarios, sustentados en los criterios de máxima efectividad y austeridad establecidos en el documento de procedimientos de la CELAC.

57. Celebrar la Cumbre de la CELAC en Chile en el 2012 y en.......... en el 2013.

58. Aprobar el “Estatuto de Procedimientos de la CELAC”, como parte integral de la presente Declaración, poniendo así definitivamente en marcha la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC.

59. Dado en Caracas, cuna de El Libertador Simón Bolívar, República Bolivariana de Venezuela, el 3 de diciembre de 2011.

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